Moscú, 23 mar (Prensa Latina) Una cronología publicada hoy por la agencia rusa Tass, tras el atentado contra la sala de concierto del Crocus City Hall, revela que el país enfrentó nueve atentados de gran magnitud desde inicios del 2000.
El material publicado reseña que todos los ataques, incluido el sucedido este viernes que sería el número 10, tienen como factor común la muerte de más de 40 personas y más de 100 heridos. El anterior con tales indicadores ocurrió en 2010.
El año 2002 tuvo una secuencia de acciones trágicas, entre los hechos más trascendentales la toma como rehenes de 912 espectadores del musical «Nord-Ost», en el edificio del moscovita Teatro de Dubrovka, por parte de un comando armado checheno, liderado por Movsar Barayev, situación extendida del 23 al 26 de octubre.
Debido a la amenaza de explosión de la institución y pérdida de vidas, el día 26 los servicios especiales llevaron a cabo una operación forzosa para liberar a los recluidos. Como resultado del ataque terrorista fallecieron 130 individuos. Todos los atacantes (21 hombres, incluido Barayev, y 19 mujeres) murieron.
Ya para finales del 2002, el 27 de diciembre, en Grozny, capital de la República Chechena, en el patio de la Casa de Gobierno terroristas suicidas hicieron estallar vehículos Kamaz y UAZ llenos de explosivos. Las víctimas mortales de esa acción fueron 71 y otras 640 heridas.
El 5 de diciembre de 2003, en el tren eléctrico Kislovodsk-Mineralnye Vody, cuando apenas se encontraba a un kilómetro de la estación Yessentuki, en la provincia norcaucásica de Stávropol, un atacante detonó un artefacto explosivo que mató a 47 civiles e hirió a 186. Los terroristas chechenos asumieron la responsabilidad del ataque.
Apenas dos meses después, el 6 de febrero de 2004, en Moscú, hubo una explosión en el segundo vagón de un tren en el tramo entre las estaciones de metro Avtozavodskaya y Paveletskaya, con saldo de 41 muertos (sin contar al autor) y más de 200 lesionados.
Otro lamentable hecho constituyó la voladura de dos aviones de pasajeros de manera casi simultánea el 24 de agosto de 2004, sobre las regiones de Rostov y Tula.
Las aeronaves Tu-154B-2 de Siberia Airlines y Tu-134A-3 de las aerolíneas Volga-Aviaexpress explotaron y colapsaron al despegar del aeropuerto Domodedovo de Moscú. Como resultado murieron 89 pasajeros. Los artefactos explosivos a bordo de los aviones fueron detonados por mujeres.
El 1 de septiembre de 2004, en Beslan, República de Osetia del Norte-Alania, terroristas ingush liderados por el extremista Ruslan Khuchbarov capturaron a más de mil 100 estudiantes de la escuela número uno de la localidad, a sus familiares y profesores.
Durante el asalto de las fuerzas del orden, el día 3 la mayoría de los retenidos fueron liberados. Las víctimas del ataque totalizaron 334 personas, entre ellas 186 niños, 17 profesores y personal escolar; así como 10 agentes del Servicio Federal de Seguridad de Rusia y dos empleados del Ministerio de Situaciones de Emergencia.
La última de estas acciones terroristas tuvo lugar el 29 de marzo de 2010, cuando se produjo un doble ataque en el metro de Moscú, con bombas que explotaron en los trenes de las estaciones Lubyanka y Park Kultury.
Esta acción dejó 41 muertos y 88 heridos. El 21 de agosto del propio año, el autor intelectual de esos ataques mortíferos y líder de la organización terrorista Vilayat Daguestán, Magomedali Vagabov, fue eliminado durante una operación especial del Ministerio del Interior y el Servicio Federal de Seguridad en esa república autónoma del norte del Cáucaso.
Luego de 14 años y en medio de una escalada de tensión como resultado de las confrontaciones ruso-ucranianas este 22 de marzo, un grupo de hombres armados desató un tiroteo en la sala de conciertos Crocus City Hall, ubicada en la localidad de Krasnogorsk, provincia de Moscú, cuando apenas restaban unos minutos para el inicio de un concierto de la banda rusa de rock Picnic.
Hasta el momento el Ministerio de Situaciones de Emergencias comunicó la cifra de unos 40 muertos y 145 heridos de diversa gravedad.